Todos sabemos que cuantos más dientes se tengan en boca mejor se sujetan las dentaduras postizas, pero en muchas situaciones como son los casos de pacientes con caries muy extensas o en presencia de enfermedad peiodontal o piorrea, no podemos contar con ellos.
En estos casos es muy frecuente encontrarse con que nuestro odontólogo únicamente nos ofrezca dos posibles alternativas: una prótesis completa de las de toda la vida (mucha gente se refiere a ella como caja) o implantes.
Si bien es cierto que los implantes son una opción de tratamiento muy buena, muchas veces sea por motivos económicos, sanitario o simplemente por miedo, al paciente no le interesa y se encuentra sin más alternativa que optar por la prótesus completa mucosoportada, es decir, la que va apoyada sobre la encía.
Es aquí cuando nos planteamos, ¿de verdad tiene que ser o blanco o negro?¿todo o nada? La respuesta es NO. Existe una alternativa, el sistema Dalbo.
¿QUÉ ES EL SISTEMA DALBO?
Este sistema se basas en el cierre macho/hembra de toda la vida, similar al cierre de una falda o a los corchetes de una camisa. El macho se coloca en la boca y la hembra en la prótesis.
PERO, ¿NO HABÍAMOS DICHO QUE EN BOCA NO TENEMOS DIENTES?
Este sistema conlleva la conservación no del diente o dientes dañados, sino solamente la raíz. Esto es, no se realiza la extracción de todas la piezas, se deja la raíz preferiblemente la de los colmillos. En el caso de las prótesis superiores, el número ideal es 4 (dos colmillos y dos premolares) y 2 en el de las inferiores (los 2 colmillos).
Generalmente, este sistema es más demandado en la mandíbula que en el maxilar superior, puesto que son estas las prótesis que peor se sostienen: arriba el paladar ayuda a hacer ventosa y abajo está la lengua que continuamente mueve la prótesis.
BIEN, TENEMOS LAS RAÍCES. ¿Y AHORA QUÉ?
El macho que va cementado a la raíz se confecciona a medida en el laboratorio. Por ello, los pasos a seguir son:
- Quitar el nervio del diente.
- Darle la forma que nos interesa a la parte de la raíz que asoma.
- Tomar medidas para mandar al laboratorio y confeccionar el macho que posteriormente cementaremos en la raíz en la parte que asoma.
Una vez cementado el macho, procederemos a la realización de la prótesis, que será exactamente igual a las dentaduras postizas que conocemos, salvo que en la parte que apoya en la encía tendremos dos hembrillas que encajarán en los machos de la boca y con un "click" se quedará fija.
¿SU GRAN BENEFICIO?
Son dos:
- Las prótesis van sujetas, ni se mueven ni se levantan.
- Económicamente, supone alrededor de la mitad de un presupuesto con implantes.